Papel mojado

Bienvenido a Papel Mojado. Este blog recoge las ideas, opiniones, artículos y devaneos varios de Pedro Jareño. Es un lugar donde amontonar ordenadamente aquellos pensamientos que, con tinta china, planean por mis neuronas (si es que queda alguna sana). Espero tus lecturas y tus comentarios. Un blog se escribe, no se lee.

martes, junio 28, 2005

Desemancipación involuntaria transitoria

Así dicho podría sonar a enfermedad mental o al nombre de un grupo de éxito de la movida madrileña. Pero no, es mi situación real.
Dicen que es duro dar el paso y salir de casa de los padres. Abandonar la comida caliente, la ropa lavada (y planchada, sobre todo, planchada), la cama hecha, la nevera llena, la habitación ordenada, etc. Pues bien, lo cierto es que yo di el paso. Y todo me ha ido muy bien. Aún nadie me ha dicho que parezco un indigente o que mi casa parecía un antro. Bueno, alguna crítica con respecto a la nevera vacía si que había recibido de algún que otro amigo gorrón.
Pero en fin, que uno ya se había acostumbrado a compensar toooodas esas virtudes de la vida paternofilial con toooodas aquellas que ofrece la autogestión hogareña: tranquilidad, descanso, paz, limpieza aleatoria y orientada a resultados, optimización máxima de recursos, cuarentena medioambiental del cuarto de baño, orientación estratégica de cables y aparatos tecnológicos varios en pos de su mejor rendimiento, poner la música a cualquier hora, aprender a colgar la ropa en perchas al estilo autoplanchado ambivalente (a ver si sopla hoy el aire recto en el tendedero y me deja los pantalones como nuevos...a ver si esta percha mantiene la camisa firme...), y un sinfín de actividades más, cuando, inesperadamente (bueno, no exactamente), mis progenitores deciden desemanciparme por un tiempo. O sea, que ya no es el hijo que vuelve a casa de los padres, sino que son los padres los que vuelven a casa del hijo. Y oye, como que no es fácil adaptarse. Como por arte de magia, he cambiado el polvo y los papeles desordenados por cuadros y adornos varios. A cambio de la paz perdida, tengo "estores" en la habitación. En lugar de un saco con la ropa sucia, tengo la nevera llena. Y he vuelto a comer pan (del día, digo).

2 Comentarios:

At 11:17 a. m., Blogger Alfonso Piñeiro said...

Pues sí que parece un duro trance, pedrojar. Te deseo lo mejor para que esa desemancipación involuntaria transitoria dure le mínimo y sea lo menos dañina posible.

Llegué a tu blog a través del comentario que dejaste en el artículo sobre P 3.0 en Varela-P21. Y me quedé enganchado a la delicia del titulo de este texto. Bravo, te lanzaste a mi cuello. Como ves, desobedezco tus instrucciones de entrada, y no sólo escribo, sino que también leo.

 
At 11:25 a. m., Blogger Pedrojar said...

Muchas gracias amigo Al-Duende. Me encanta la desobediencia participativa. Nos vemos por estos lares.
Y, afortunadamente, la situación sigue siendo cuestión de meses, raros e inciertos, pero meses al fin y al cabo.

 

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